miércoles, 30 de septiembre de 2009

LA INTERIORIZACION DE LOS VALORES




El ser humano, para comportarse como tal, ha de tender la bien que la razon le propone como objetivo de su natural tendencia a la felicidad.

Hablar de valores humanos es una redundancia, por que no puede hablarse de valores, sino en relacion con el hombre. Toca a este hacer una valoracion de las cosas, es decir, establecer una jerarquia de importancia entre los bienes que le solicitan y a los que naturalmente aspira. Por que los valores no "existen" con independencia unos de otros, sino en logica subordinacion, en referencia a una mayor o menor importancia en la apreciacion del sujeto que los descubre, ordenandolos en una "escala interior" que va a constituirse en guia de su conducta.

Solo asi comprendera que hay valores cuyo destino no es otro que el de ser sacrificados en aras de valores mas alto; que el dinero, por ejemolo, debe servir a la persona y no la persona al dinero; que el sexo es un medio para expresar el amor y no un fin en si mismo; que se puede renunciar a la propria comodidad para dar un minuto de felicidad a alguien.

Si la distinta jerarquizacion de los valores es lo que otorga la talla moral a cada individuo, es evidente que la educacion de una persona dependera sin duda de esta "escala moral" que haya interiorizado, y que se encuentra en congruencia con el proprio proecto de vida como canalizacion de todas sus energias.

martes, 29 de septiembre de 2009

Carta a la novia

Estimada novia:

Como no es posible dialogar contigo de este tema, debido a que da la
impresión de que "pasas ligeramente" del asunto, me he permtido
confeccionar esta estadística a través de un año de recogida de datos, y
someterla a tu consideración. Durante el mismo he llevado la iniciativa
para hacer el amor contigo 365 veces, y solamente tuve éxito en 24 ocasiones, lo que hace un
promedio aproximado de "una vez cada 15 días"
Te expongo a continuación los motivos de mis continuos fracasos:
Estabas cansada: 52 veces
Habías ido a la peluquería: 12 veces
Porque no era el día apropiado: 19 veces
Hacía mucho calor: 22 veces
Hacía mucho frío: 23 veces
Era muy tarde: 14 veces
Te hiciste la dormida: 70 veces
Te dolían las muelas: 6 veces
Se podían despertar los niños: 17 veces
Habías comido demasiado: 10 veces
Viste la tele hasta muy tarde: 7 veces
El niño estaba llorando: 14 veces
Lo que hace un total de 341 veces
De las 24 que tuve éxito, 23 no fueron satisfactorias porque:
4 veces me dijiste que me diera prisa y que acabara pronto.
11 veces tuve que despertarte durante el "acto".
1 vez te distrajo una mosca.
3 veces me dijiste que necesitabas más dinero.
2 veces perdí la "inspiración" al comentarme que el techo necesitaba pintura.
2 veces pasó lo mismo al preguntarme que quería comer mañana,
y finalmente, una vez tuve miedo de haberte lastimado, pues me pareció que te habías movido.

lunes, 28 de septiembre de 2009

¿ QUE SON LOS VALORES ?


El ser humano no solo tiene una facultad cognoscitiva que le sirve para emitir " juicios sobre la realidad" , sino que es capaz tambien de emitir "juicios de valores sobre las cosas".
Al hablar del mundo que le rodea, el hombre se refere a el no solo con criterios logicos o relaciones, sino tambien meta-logicos, que van mas alla de la explicacion racional.
Cuando se oye hablar de valores, muchos se preguntan, entre asombrados y excepticos,
"¿ Pero que son los valores? ¿Acaso existen con realidad propria, o son mas bien creacion de nuestra febril fantasia?
Les parece a algunos que , al hablar de valores, estamos reclamando la existencia todo aquel mundo de esencia o de ideas platonicas que el filosofo ateniense se esforzaba en privilegiar como autentica realidad, fundamento y consistencia de todo cuanto existe, ideas externas, realidades ideales en un mundo que el soñaba anclado por encima de los altos cielos.
Mas sencillamente, nosotros creemos, por el contrario, que no existen los valores como realidades apartes de las cosas o del hombre, sino como la valoracion que el hombre hace de las casas mismas.
Los valores no son ni meramente objetivos ni meramente subjetivos, sino ambas cosas a la vez: el sujetivo valora las cosas, y el objetifo ofrece un fundamento para ser valorado y apreciado.
Los valores no existen con independencia de las cosas.
Los valores se confunden con las cosas, constituen su entraña. La perspicacia intelectual del hombre ha de servir para descubrirlos, es decir, saber descifrar por que una cosa es buena.
Descubrir los valores solo es posible a quien mira positivamente el mundo, al que previamente ha comprendido que todo lo que existe "existe por algo y para algo"; que cualquier ser, por pequeño que sea, tiene su sentido y su razon de ser, es decir, VALE.
Para el que se coloca asi ante el mundo, y no pasivamente como cosa entre las cosas, todo cuanto existe es bueno, es un BIEN.
De modo que podemos llamar BIEN a cualquier ser en cuanto que es portador de valores.
Y podemos designar como VALOR aquello que hace buenas a las cosas, aquello por lo que las apreciamos, por lo que son dignas de nuestra atencion y deseo.

MI REFLECCION.


-Con la palabra escrita, el hombre brinda a los de mas lo mejor de si mismo y ellos estan en libertad de aceptarlo cuando asi lo deseen, de rechazarlo o buscarlo de nuevo. Unas cuantas hojas de papel, cubiertas de siglos y cosidas entre si, pueden expresar piensamientos, sentimientos, emociones, incluso la ilusion de la vida misma.

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Cómo saber si ella tiene ganas?

¿Cómo saber si ella tiene ganas?

-Tener relaciones sexuales es difícil, siempre. Cuando tienes pareja piensas:
“¡Por fin voy a tener sexo cuando yo quiera!”. ¡Mentira! Eso de las
relaciones sexuales estables es una leyenda. Es difícil que se dé que ella
tenga ganas y que tú tengas ganas, y que cuando tú tengas ganas, ella
sepa que tú tienes ganas y tú sepas que ella tiene ganas...
Yo, por necesidad más que nada, me he convertido en un experto en
interpretar este tipo de señales. Veréis: si estás en el sofá y cuando va a acostarse te dice: - Me
voy a la cama, no tardes.
Eso quiere decir: “Me voy a acostar sin bragas”. Pero si ella se acuesta y te dice: - Yo me voy a
la cama, cuando vengas haz el favor de no hacer ruido.
Amigo mío... coge una revista y sedúcete a ti mismo.
Hay palabras mágicas que ella suele utilizar para dejar claras sus intenciones. Por ejemplo, la
palabra “siesta”. Si ella después de comer te dice: - ¿Nos echamos la siesta?
Está claro: “sí está”.
Hay que estar muy atento a cómo se viste cuando se acuesta. Si se coloca los calcetines y el
esquijama con pelotillas te está diciendo que no quiere saber nada de tus pelotillas...
Yo creo que, con esto del sexo, las personas funcionamos un poco como los teléfonos móviles:
que se supone que sirven para que estemos comunicados siempre, pero a veces tú lanzas un
mensaje y ella no está operativa; otras te lo lanza ella a ti, y resulta que tú estás comunicando.
Si un día anodino, como por ejemplo el martes, tu chica sin venir a cuento te pregunta por
Zidane:
- Oye, ¿y cómo va lo de Zidane?
Está claro... ¡¡¡Quiere... que le introduzcas el PIN!!!
Hay otras señales más sutiles. Hay que estar muy atento a cómo te llama cuando llegas a casa.
Si entras por la puerta y escuchas tu nombre tres octavas más agudas de lo normal (En vez de
oír: “Hola Manel”, oyes: “¡Hola Maneeeeel!”), prepárate. Va a estallar el obús. Te va a hacer
como en el anuncio de Jazztel: “¡Otro...! ¡Otro...! ¡Otro más...!” Lo malo, cuando te pasa esto,
es que tú, al segundo, te quedas sin batería.
Si cuando se está arreglando para salir te dice: “¿Me ayudas a subirme la cremallera?”, en
realidad te está diciendo: “¿Cuándo volvamos... también me la bajarás?”. Es decir, ella está a
tope de cobertura.
Pero atención, porque el momento de subirle la cremallera es muy delicado. Si
la pellizcas sin querer, se acabó lo que se daba. Se dará la vuelta y te dirá:
“¿Qué piensas? ¿Qué estás cerrando una maleta? ¡Serás bestia!”. Y conectará e
buzón de voz. Ya puedes llamar, ya...


La postura que ella coge cuando se mete en la cama es otra forma de saber si
está operativa o no está operativa. Si se mete en la cama y se enrolla como
una oruga...no te esfuerces, tiene el terminal apagado.
Pero si por el contrario, se tira boca abajo y mueve el culete como el pato Donald al andar...
¡Atención, tienes una llamada en espera!

En cualquier caso, con móvil o sin él, el momento clave sin duda es el sábado. Porque el sábado
por la noche tú sabes que toca. Y con esa ilusión te metes en la cama. Pero puede pasar que,
de repente, apague la luz y diga:
- Buenas noches.
- ¿Cómo que buenas noches? ¡Pero si es sábado!
Te dan ganas de levantarte a por el calendario y decirle: “Mira... Mira... ¡Mañana rojo!”.
Hombre, por favor... Yo creo que, como hay mucha despistada por ahí, deberían decirlo en las
noticias: “Y terminamos recordándoles que hoy es sábado... Mañana rojo”.
Sin embargo en vez de ir a por el calendario, lo que hacemos la mayoría de
los tíos es poner en marcha la operación gusano: acercarnos a ella r
por la cama, como sin querer, hasta que nos acoplamos. La abrazamos y
empiezas a tontear con la mano, que si le acaricias la cadera, que si ahora
la tripita... y empiezas a subir y a subir, a ver si ella reacciona. Y sí que
reacciona, sí. De pronto te coge la mano y te dice:
- ¡Qué bien estamos así! Yo no necesito nada más.
Y te quedas con las ganas. Esperando la próxima señal. Habrá que tener... la antena sacada